Miguel Poveda presentó por primera vez en la provincia, su recital flamenco en Castellón el pasado 19 de marzo

El flamenco ya forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad tras la decisión tomada por el Comité Intergubernamental de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO a finales de 2010. Tras un intento fallido en 2005, inició su andadura de nuevo y se puso en marcha la campaña ‘Flamenco Soy’ para promocionar nacional e internacionalmente el proyecto, que contó con el impulso del Gobierno de España y el consenso de Murcia y Extremadura, así como con gran apoyo institucional, de artistas como Miguel Poveda y particulares.

Miguel Poveda quien obtuvo el Premio Nacional de Música 2007, en la modalidad de Interpretación, ‘por su gran calidad y versatilidad y por el interés que ha generado en otros ámbitos de la creación’ abre su agenda oficial de conciertos el 27 de enero en el teatro Melkweg de Amsterdam.

Además, el 5 de febrero Poveda participa como invitado en el concierto que ofrece la cantaora Carmen Linares en el Teatro Maestranza de Sevilla con el título de Remembranzas y el 19 de marzo como en otros anteriores podremos disfrutar en Castellón de un Miguel Poveda consolidado con más de 20 años de profesión desde que se inició en el mundo del flamenco.

Ha participado en los principales festivales de música nacionales e internacionales, cantando en auditorios como el Odeón de París, el Liceo de Barcelona, el Teatro Real de Madrid, el Carnegie Hall y el Lincoln Center de Nueva York, el Wiener Koncerthaus de Viena, el Teatro Colón de Buenos Aires, el Auditorium Parco della Musica de Roma, el Sadler’s Wells de Londres…

En esta ocasión, Miguel Poveda, nos ofreció en el Recital Flamenco algunos de los palos más representativos del flamenco, desde los más festeros hasta los más profundos.

Estuvó acompañado en escena por Jesús Guerrero a la guitarra, Paquito González en las percusiones, y con Carlos Grilo y Luis Cantarote a las palmas.

La mayoría del repertorio fue un reflejo del cante más tradicional aunque con las aportaciones que el artista les da, conservando su esencia pero pasándolos por su filtro personal. En este recorrido se pasa por las distintas geografías flamencas y las creaciones de cantaores de generaciones anteriores.

También hubo momentos para la improvisación y convierte cada recital en un concierto único. Entre algunos de los cantes se encontraron, ‘La Siguirilla’, ‘La Soleá’, ‘Los Cantes Mineros’, ‘Cantiñas’, ‘Bulerías’, ‘Tangos de Triana’... Todo ello desde un profundo respeto a la tradición pero con un aire renovador y personal que lo hace distinto.